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Libros

A veces, el aire sabe a primavera de violetas. Otras veces, la nieve envuelve Madrid y convierte en blancura y luz las aceras grises y sucias. Otras, el sol envía un guiño por encima de los edificios, como una reminiscencia del cielo y las montañas, del horizonte y los atarcedeces, del mar.

A veces, de repente, brilla una idea y el laberinto sinsentido en el que vivo abre una ventana, sólo una, para retenerme, para obligarme a entender y no dejar que me abandone a la locura dulce de Don Quijote.

A veces vivir duele tanto que ni siquiera un grito ahogado puede expresarlo. A veces el mundo duele tanto, que ni siquiera la rabia protesta lo suficiente.

Entonces me quedo muda, porque ningún discurso es suficiente. Porque la belleza y el dolor son demasiado grandes para ser explicados. Porque las ideas más luminosas pierden  conexión y coherencia al expliacarlas racionalmente (porque nada ocurre racionalmente).

Entonces, sólo me quedan las imágenes, las metáforas y las palabras mecanografiadas para explicarme a mí misma el sentido de las cosas. Sólo el papel para fijar los retazos de belleza y no dejar que la vida los sepulte. Sólo el vacío blanco para hacer explotar el dolor.

Esto son los poemas de Alma soñada, mosaicos de hermosura, de angustia y de protesta cincelados con la música que adormece a las fieras y nos guia a Morfeo. Sé que la explicación no es demasiado clara, pero es que la poesía también se me escapa entre los dedos cuando trato de explicarla.

Diosas de barro

 

Editorial Devenir

ISBN: 978-84-92877-44-7

 

 

 Antologías del Grupo Bilbao de Poesía de expresión gallega en Madrid

Otras antologías 

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